La reciente modificación del Decreto Legislativo 1669 ha generado una ola de preocupación entre los pequeños negocios en Perú, especialmente entre los bodegueros. Esta medida, que reduce el plazo para la utilización del crédito fiscal del IGV de doce meses a solo un mes, podría tener consecuencias devastadoras para la estabilidad financiera de miles de pequeños comercios en el país.
La Asociación de Bodegueros del Perú ha expresado su inquietud sobre cómo esta modificación afectará la operatividad de sus negocios. Hasta ahora, los bodegueros podían realizar compras de mercadería en volumen y compensar el IGV de dichas adquisiciones con las ventas realizadas en un periodo de hasta un año. Sin embargo, con el nuevo plazo, se ven obligados a sumar el saldo del IGV no recuperado al costo de los productos, lo que inevitablemente incrementará los precios al consumidor.
Andrés Choy, presidente de la Asociación, ha señalado que este cambio no solo impactará a los bodegueros, sino también a los consumidores finales, quienes verán un aumento en los precios de los productos. Esto podría traducirse en una reducción de la demanda y, en consecuencia, en una caída en las ventas de los pequeños negocios, poniendo en riesgo su sostenibilidad.
La modificación del DL 1669 se enmarca en un contexto más amplio de desafíos económicos que enfrentan los pequeños comerciantes en Perú. La informalidad y la competencia desleal son problemas persistentes que afectan a este sector. La reducción del plazo para la compensación del IGV podría llevar a muchos bodegueros a la quiebra, promoviendo aún más la informalidad en el mercado.
Ante esta situación, la Asociación de Bodegueros ha hecho un llamado urgente al Gobierno y a la Administración Tributaria para que reconsideren esta medida. Choy ha enfatizado la importancia de evaluar alternativas que no perjudiquen a las empresas formales del sector, destacando el compromiso de los bodegueros con la formalización y el crecimiento del sector.
El impacto de esta medida podría ser significativo, no solo en términos de precios, sino también en la inflación general del país. Un aumento en los precios de los productos básicos podría llevar a un incremento en el costo de vida, afectando a las familias peruanas, especialmente a aquellas de bajos ingresos que dependen de los pequeños negocios para su abastecimiento diario.
Además, la situación se complica aún más con la inestabilidad política y económica que vive el país. La incertidumbre sobre futuras políticas fiscales y económicas puede desincentivar la inversión en el sector, lo que a su vez podría limitar las oportunidades de crecimiento para los pequeños negocios.
Es fundamental que el Gobierno escuche las preocupaciones de los bodegueros y otros pequeños comerciantes. La creación de un entorno favorable para los negocios formales es crucial para el desarrollo económico del país. La formalización de los pequeños negocios no solo beneficia a los emprendedores, sino que también contribuye a la recaudación fiscal y al desarrollo social.
En este sentido, es necesario fomentar un diálogo constructivo entre el Gobierno y los representantes del sector. La búsqueda de soluciones que equilibren la necesidad de recaudar impuestos con la viabilidad de los pequeños negocios es esencial para garantizar un crecimiento sostenible en el país.
En conclusión, la modificación del DL 1669 representa un desafío significativo para los pequeños negocios en Perú. La reducción del plazo para la compensación del IGV podría tener efectos adversos en la economía de miles de bodegueros, afectando no solo sus operaciones, sino también a los consumidores que dependen de ellos. La respuesta del Gobierno a estas preocupaciones será crucial para determinar el futuro de este sector vital de la economía peruana.