La situación de seguridad en Perú ha alcanzado niveles alarmantes, lo que ha llevado a la oposición a tomar medidas drásticas en el Congreso. Edward Málaga, congresista del partido Avanza País, ha anunciado que ha conseguido las firmas necesarias para presentar una moción de interpelación contra el primer ministro Gustavo Adrianzén. Esta decisión surge en medio de un clima de creciente preocupación por la inseguridad ciudadana, que ha sido objeto de críticas tanto en el ámbito político como en la sociedad civil.
La crisis de seguridad en el país ha sido un tema recurrente en las discusiones políticas, especialmente tras el aumento de homicidios y delitos violentos. Málaga ha señalado que la falta de una estrategia clara y efectiva por parte del gobierno ha contribuido a la desconfianza de la ciudadanía. En sus declaraciones, el congresista enfatizó que la inseguridad es un problema que requiere un enfoque integral y coordinado, algo que, según él, ha estado ausente en la gestión actual.
La moción de interpelación, que se espera sea presentada antes del 20 de marzo, incluye un pliego de 43 preguntas dirigidas a Adrianzén, en las que se cuestiona su capacidad para manejar la crisis de seguridad. Entre los puntos destacados se encuentran las decisiones tomadas por el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, quien ha sido criticado por su gestión y por escándalos de corrupción que han salpicado su administración. La oposición argumenta que bajo su liderazgo, el país ha visto un incremento en la criminalidad, lo que ha llevado a la implementación de estados de emergencia que no han dado resultados tangibles.
Málaga ha manifestado que la interpelación no solo busca rendir cuentas al primer ministro, sino también generar un debate más amplio sobre la política de seguridad del gobierno. La falta de respuesta efectiva ante la creciente violencia ha llevado a varios sectores de la población a exigir cambios en la estrategia de seguridad. En este contexto, el apoyo de diversas bancadas en el Congreso, incluyendo Perú Libre y otros grupos, ha sido crucial para la recolección de firmas necesarias para la moción.
Por su parte, Adrianzén ha defendido su gestión, argumentando que la situación de seguridad es un desafío que no puede resolverse de la noche a la mañana. Sin embargo, la presión política y social sigue aumentando, y muchos consideran que su permanencia en el cargo ya no es viable. La interpelación se presenta como una oportunidad para que el Congreso exija respuestas claras y efectivas sobre las políticas implementadas hasta ahora.
La situación se complica aún más con la inminente discusión de varias mociones de censura contra Santiváñez, lo que podría llevar a una crisis ministerial si se aprueban. La oposición ha manifestado que la continuidad del ministro es insostenible, dado el contexto de inseguridad que vive el país. La presión sobre el gobierno es palpable, y muchos ciudadanos esperan que se tomen decisiones que realmente aborden la raíz del problema.
En medio de este clima de tensión política, la ciudadanía sigue atenta a los acontecimientos en el Congreso. La interpelación a Adrianzén podría ser un punto de inflexión en la lucha contra la inseguridad en Perú, y muchos esperan que se tomen medidas concretas para mejorar la situación. La crisis de seguridad no solo afecta a las estadísticas, sino que impacta directamente en la vida diaria de los peruanos, quienes demandan respuestas y soluciones efectivas por parte de sus líderes.