La informalidad laboral es un fenómeno que afecta a una gran parte de la población en Perú. Según datos recientes, aproximadamente el 73% de la población económicamente activa se encuentra en esta situación, lo que representa un desafío significativo para el desarrollo económico y social del país. En un foro organizado por Capitalismo Consciente Perú y Esan, se discutieron las implicaciones de la informalidad y las posibles soluciones desde el sector privado.
La CEO de Capitalismo Consciente Perú, María Cecilia Villegas, destacó que las microempresas y pequeñas empresas (mypes) son responsables de emplear a cerca de 10,5 millones de personas, pero solo 2 millones de estos trabajadores están formalmente en planilla. Esto significa que la mayoría de los empleados en este sector carecen de derechos laborales y acceso a beneficios sociales. La informalidad no solo limita el acceso a derechos fundamentales, sino que también genera una asignación ineficiente de recursos y obstaculiza el crecimiento económico.
Durante el evento, se abordó la desconfianza que sienten los microempresarios hacia las municipalidades. Un estudio reveló que el 85% de los microempresarios desconfían de estas entidades, lo que refleja una falta de apoyo y recursos para ayudar a los negocios a formalizarse. A pesar de esta desconfianza, Villegas mencionó que un 88% de los dueños de microempresas informales expresaron su deseo de formalizarse, lo que indica una voluntad de cambio.
El camino hacia la formalización no es sencillo. Entre 2018 y 2022, solo el 8% de los trabajadores informales logró pasar a la formalidad. Esto plantea la pregunta: ¿qué se puede hacer para facilitar este proceso? Durante el foro, se presentaron varias ideas que el sector privado podría implementar para contribuir a la reducción de la informalidad. Entre ellas se incluyen:
1. **Construcción de mejores instituciones**: Es fundamental que el sector privado colabore en la creación de un entorno institucional que fomente la formalización. Esto implica trabajar en conjunto con el gobierno para mejorar la regulación y simplificar los procesos.
2. **Programas de responsabilidad social**: Las empresas pueden desarrollar programas enfocados en las mypes de cada provincia, brindando apoyo y recursos para facilitar su transición hacia la formalidad.
3. **Acceso al crédito**: Mejorar las condiciones de acceso al crédito para las mypes es crucial. Esto puede incluir campañas de alfabetización financiera y la creación de incentivos para la formalización empresarial.
4. **Participación activa en gremios**: La colaboración con gremios empresariales puede ayudar a generar un cambio significativo en las políticas laborales y tributarias, así como a medir los costos económicos de estas reformas.
5. **Oportunidades para jóvenes**: Es esencial generar oportunidades para el segmento juvenil de la sociedad, fomentando su inclusión en el mercado laboral formal.
Eduardo Ballón, investigador principal de Desco, enfatizó la importancia de escuchar y comprender al segmento informal antes de calificarlo. Esta comprensión es vital para fortalecer las instituciones y crear políticas efectivas que aborden la informalidad. Por su parte, Carolina Trivelli, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), señaló que muchos trabajadores informales ya están parcialmente formalizados al utilizar servicios del Estado o participar en redes de pagos digitales.
La informalidad es un tema complejo que requiere un enfoque multifacético. La colaboración entre el sector privado y el gobierno es esencial para crear un entorno que facilite la formalización. Con un compromiso conjunto, es posible transformar la realidad laboral en Perú y brindar a millones de trabajadores el acceso a derechos y beneficios que les permitan mejorar su calidad de vida. La formalización no solo beneficiará a los trabajadores, sino que también contribuirá al crecimiento económico del país, generando un círculo virtuoso que impulse el desarrollo sostenible.
En conclusión, el sector privado tiene un papel crucial en la lucha contra la informalidad. A través de iniciativas concretas y un enfoque colaborativo, es posible avanzar hacia un futuro donde la formalidad sea la norma y no la excepción, beneficiando a todos los peruanos.