La pandemia de COVID-19 ha dejado una huella profunda en la sociedad peruana, revelando y exacerbando problemas estructurales que afectan a diversos sectores. A cinco años de la crisis sanitaria, el país enfrenta retos significativos en áreas como el empleo, la pobreza, la educación, la salud y la seguridad. A continuación, se analizan algunos de estos desafíos y sus implicaciones para el futuro del Perú.
**Impacto en el Empleo y el Poder Adquisitivo**
La paralización económica y las restricciones impuestas durante la pandemia han tenido un efecto devastador en la generación de empleos de calidad. Aunque se observa una recuperación en los salarios reales y el empleo adecuado, las cifras en Lima Metropolitana aún se encuentran por debajo de los niveles prepandemia. Esto se traduce en una pérdida de poder adquisitivo que afecta a miles de familias, con un promedio de S/97 menos en sus ingresos mensuales y 169 mil empleos adecuados aún por recuperar.
**Aumento de la Pobreza y Problemas Nutricionales**
La crisis económica ha revertido el progreso en la reducción de la pobreza, dejando a 3,3 millones de personas en condiciones vulnerables. Esta situación ha impactado negativamente en la alimentación de las familias, elevando la anemia infantil del 40,1% al 43,1% entre 2019 y 2023. Aunque se ha registrado una ligera disminución en la desnutrición crónica, esta ha aumentado en nueve regiones del país, lo que plantea un desafío crítico para la salud pública.
**Rezago Educativo**
El cierre prolongado de escuelas durante la pandemia ha causado pérdidas significativas en el aprendizaje. Según el Ministerio de Educación, el rendimiento en matemáticas de los estudiantes de primaria ha caído drásticamente, pasando del 17,0% en 2019 al 11,2% en 2023. En secundaria, el desempeño también ha disminuido, afectando a 22 de las 25 regiones del país. A pesar de los esfuerzos por virtualizar la educación, el acceso a Internet en las escuelas ha disminuido, lo que limita aún más las oportunidades de aprendizaje.
**Deficiencias en el Sistema de Salud**
La pandemia ha expuesto las debilidades del sistema de salud peruano, que enfrenta problemas de desabastecimiento de medicamentos y falta de personal. El gasto de bolsillo en salud ha aumentado, especialmente entre los hogares más pobres, lo que ha llevado a un mayor número de personas a buscar atención en farmacias en lugar de en hospitales. Esta situación es alarmante, ya que el Seguro Integral de Salud, que debería proporcionar atención gratuita a más del 70% de la población, no está cumpliendo adecuadamente su función.
**Turismo en Crisis**
El sector turístico ha sido uno de los más afectados por la pandemia, y su recuperación sigue siendo lenta. La llegada de visitantes internacionales se mantiene un 26% por debajo de los niveles de 2019, lo que impacta negativamente en la economía local y en la generación de empleo. La falta de promoción y las deficiencias en infraestructura son obstáculos que deben ser superados para revitalizar este sector clave.
**Desafíos Fiscales y Crimen Organizado**
La disciplina fiscal se ha visto comprometida por el aumento del gasto y la contracción de ingresos, resultando en un déficit del 3,6% del PBI en 2024, el más alto en 31 años. Esto erosiona la credibilidad fiscal y afecta la confianza de los inversores. Además, el crecimiento del narcotráfico y la minería ilegal ha aumentado la criminalidad, con una tasa de homicidios que ha subido un 72% en los últimos cinco años. La falta de recursos para combatir estas actividades ilegales pone en riesgo la seguridad y el desarrollo económico del país.
**Inclusión Financiera y Control de la Inflación**
A pesar de los desafíos, la pandemia ha acelerado la inclusión financiera, con un aumento significativo en el uso de billeteras digitales. Sin embargo, la inflación, que alcanzó un pico del 8,8% en 2022, ha sido controlada gracias a las políticas del Banco Central de Reserva del Perú, que han logrado mantenerla en un promedio del 1,7% en 2025, superando a varios países de la región.
**Conclusiones**
El Perú se encuentra en una encrucijada, enfrentando desafíos que requieren atención urgente y soluciones efectivas. La recuperación post-pandemia no solo depende de la reactivación económica, sino también de abordar las desigualdades sociales y mejorar la calidad de vida de todos los peruanos. La colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil será crucial para enfrentar estos retos y construir un futuro más resiliente y equitativo.