El juicio contra el expresidente Pedro Castillo por el intento de golpe de Estado ha revelado detalles impactantes a través de los testimonios de varios testigos. En la última audiencia, el general (r) Raúl Alfaro, excomandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), corroboró que Castillo dio órdenes directas para cerrar el Congreso y detener a la Fiscal de la Nación. Este testimonio se suma a otros que han ido desnudando la trama detrás del fallido golpe.
La declaración de Alfaro fue crucial, ya que fue el primero en recibir la llamada del entonces ministro del Interior, Willy Huerta, quien lo conectó directamente con Castillo. Durante esta conversación, el expresidente ordenó: «Cierre el Congreso, saque a todos los que están adentro, no permita que nadie ingrese, intervenga a la Fiscal de la Nación». A pesar de la gravedad de la orden, Alfaro y otros altos mandos de la PNP decidieron no acatarla, argumentando que era errónea.
El testimonio de Alfaro fue respaldado por otros generales que también habían estado presentes en la llamada. Vicente Álvarez y Jorge Angulo, quienes ocupaban altos cargos en la PNP, confirmaron que recibieron instrucciones similares y que la decisión fue unánime: garantizar que el Congreso pudiera sesionar libremente.
En el marco del juicio, la periodista Cintya Malpartida, quien fue enviada a Palacio de Gobierno para cubrir lo que se suponía sería una entrevista con la entonces premier Betssy Chávez, también testificó. Malpartida relató cómo, tras ser conducida al Despacho Presidencial, se dio cuenta de que iba a ser testigo del mensaje golpista de Castillo. Ella mencionó que, durante el trayecto, Chávez le había indicado que se trataba de un mensaje a la nación, lo que contrasta con las defensas de Castillo y Chávez, quienes intentan minimizar la gravedad de los hechos.
El testimonio de Malpartida fue contundente. Ella recordó que, al llegar al despacho, Castillo se mostró serio y que, tras el mensaje, se produjo un abrazo entre él y sus ministros, lo que evidenció la complicidad y el apoyo mutuo en el intento de golpe. La periodista también mencionó que Chávez había hablado de la necesidad de un decreto supremo para reestructurar el Estado, lo que sugiere que había un plan más amplio detrás del mensaje presidencial.
El juicio ha estado marcado por tensiones, especialmente entre los acusados y sus defensores. Durante la audiencia, Willy Huerta, exministro del Interior, perdió los estribos y llamó «mentiroso» a Alfaro, lo que llevó a la sala a advertirle sobre su comportamiento. Huerta, al final de la audiencia, se disculpó por su conducta, lo que refleja la presión que sienten los acusados en un proceso que podría tener graves consecuencias para ellos.
Además de los testimonios de Alfaro y Malpartida, otros testigos han corroborado la secuencia de eventos que llevaron al intento de golpe. Los agentes de seguridad del Congreso también han declarado sobre cómo se impidió el ingreso de congresistas tras el mensaje de Castillo, lo que pone de manifiesto la confusión y el caos que se generó en esos momentos críticos.
El juicio se reanudará con la citación de más testigos, incluyendo a congresistas que podrían arrojar más luz sobre la situación. La fiscalía ha estado trabajando para establecer un caso sólido contra Castillo y sus exministros, y los testimonios presentados hasta ahora han sido fundamentales para entender la magnitud de los eventos que se desarrollaron aquel día.
El proceso judicial no solo está en el centro de la atención pública, sino que también plantea preguntas sobre la estabilidad política en el país y el futuro de la democracia en Perú. A medida que se presentan más pruebas y testimonios, la sociedad peruana observa atentamente, esperando que se haga justicia en un caso que ha marcado un hito en la historia política reciente del país.