En los últimos años, el acceso a Internet ha evolucionado significativamente en Perú, convirtiéndose en un servicio esencial tanto para hogares como para empresas. Según datos del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel), el país superó las 4 millones de conexiones de Internet fijo a finales de 2024, con un notable crecimiento en la penetración de la fibra óptica. Este avance ha sido impulsado por la llegada de nuevos competidores al mercado, que han desafiado a los gigantes establecidos como Telefónica.
El crecimiento de la fibra óptica ha sido impresionante. En 2021, había aproximadamente 636,776 conexiones de Internet fijo por fibra óptica, cifra que se disparó a más de 3 millones en 2024. Este tipo de conexión ha demostrado ser más eficiente, ofreciendo velocidades superiores y costos más bajos en comparación con tecnologías más antiguas como el cablemódem. La participación de la fibra óptica en el mercado de Internet fijo alcanzó casi el 75% en el último año, lo que ha llevado a un cambio en la dinámica del sector.
La Ley de Promoción de la Banda Ancha de 2014 ha facilitado este crecimiento al permitir el uso de infraestructura eléctrica para el despliegue de fibra óptica. Esto ha permitido a nuevas empresas como Wow y Win establecerse en el mercado, ofreciendo servicios competitivos y alcanzando una participación significativa. De hecho, estas empresas han logrado captar casi un quinto del mercado de Internet fijo por fibra óptica, desafiando la hegemonía de Telefónica, que ha visto su participación caer del 84% en 2015 a solo el 33% en 2024.
La pandemia de COVID-19 también jugó un papel crucial en este crecimiento. Con el aumento del trabajo remoto y la educación a distancia, la demanda de conexiones de alta velocidad se disparó. En 2019, antes de la pandemia, solo había 196,134 conexiones de fibra óptica, lo que resalta el impacto que tuvo la crisis sanitaria en la aceleración de la adopción de esta tecnología.
En términos de velocidad, Perú se posiciona como uno de los líderes en América Latina, con una velocidad promedio de 198 megabytes por segundo en Internet fijo. Esta mejora en la velocidad ha sido reconocida por diversas plataformas de medición, que han premiado a empresas como MiFibra y Win por su desempeño en el sector.
Sin embargo, el crecimiento de la fibra óptica no está exento de desafíos. Uno de los principales obstáculos es la cobertura en áreas rurales, donde solo el 14% de los hogares tiene acceso a Internet fijo. Las empresas enfrentan dificultades en términos de rentabilidad y retorno de inversión al intentar expandir sus redes en estas regiones, debido a factores como costos elevados y la falta de infraestructura eléctrica.
La coordinación con las municipalidades también presenta un reto, ya que los permisos y las barreras burocráticas pueden retrasar el despliegue de nuevas redes. Además, la complejidad geográfica de ciertas áreas, como Iquitos, dificulta la implementación de fibra óptica.
A pesar de estos desafíos, las empresas tradicionales como Telefónica y Claro están respondiendo al aumento de la competencia. Telefónica ha anunciado planes para expandir su cobertura a 5 millones de hogares para finales de 2025, mientras que Claro también busca aumentar su presencia en el mercado. Ambas compañías están priorizando la implementación de fibra óptica en áreas urbanas, mientras que en zonas rurales se enfocan en ofrecer conectividad móvil.
La competencia en el mercado de Internet fijo ha llevado a una mejora en la calidad del servicio y a una mayor variedad de opciones para los consumidores. Las nuevas marcas están innovando no solo en sus ofertas comerciales, sino también en la experiencia del usuario, lo que ha beneficiado a los consumidores en términos de precios y calidad del servicio.
En resumen, el auge de la fibra óptica en Perú ha transformado el panorama del acceso a Internet, impulsado por la llegada de nuevos jugadores y la creciente demanda de conexiones de alta velocidad. A medida que el mercado continúa evolucionando, será crucial abordar los desafíos que enfrenta la expansión de la fibra óptica, especialmente en áreas rurales, para garantizar que todos los peruanos tengan acceso a un servicio de Internet de calidad.