En los últimos años, el panorama de las compras en línea en Lima ha cambiado drásticamente, con un aumento notable en la adopción de medios de pago digitales. Según un informe reciente de Experian, el 59% de los limeños realiza compras en línea al menos una vez al mes, lo que refleja una tendencia creciente hacia el comercio electrónico. Este cambio no solo se debe a la comodidad que ofrecen las plataformas digitales, sino también a la creciente confianza de los consumidores en el uso de billeteras electrónicas y aplicaciones de pago.
La encuesta realizada entre noviembre y diciembre del año pasado reveló que siete de cada diez limeños han utilizado aplicaciones para realizar pagos o compras en línea. Este fenómeno es especialmente notable entre los jóvenes de entre 18 y 26 años, quienes lideran en frecuencia de compra y gasto promedio, que oscila entre S/100 y S/200. En contraste, los consumidores de mayor edad, entre 56 y 70 años, tienden a gastar menos, con un promedio de entre S/50 y S/100.
A pesar del crecimiento en el uso de medios digitales, la seguridad sigue siendo una preocupación importante. Un 84% de los encuestados expresó sentirse poco protegido ante posibles fraudes digitales. Esta sensación de vulnerabilidad es más pronunciada entre los grupos de mayor edad, mientras que los más jóvenes, aunque también conscientes de los riesgos, tienden a ser más proactivos en la gestión de su seguridad digital.
La paradoja del nativo digital se hace evidente en este contexto. Aunque los jóvenes son más propensos a utilizar plataformas digitales, también son más conscientes de los riesgos asociados. Alfredo Monasi, Pre-Sales Specialist de Experian Perú, señala que los nativos digitales, al estar más familiarizados con la tecnología, tienden a actuar con mayor rapidez ante situaciones de fraude, como cambiar contraseñas o bloquear tarjetas. Sin embargo, esta familiaridad también puede llevar a una menor precaución en ciertos casos, lo que aumenta su exposición a fraudes.
El informe de Experian también destaca que el 91% de los encuestados que interactúan con plataformas digitales son conscientes de que el riesgo de fraude es más frecuente. Las acciones reactivas más comunes ante un posible fraude incluyen cambiar contraseñas (68%), bloquear tarjetas (51%) y contactar al banco (38%). Sin embargo, la frecuencia con la que los consumidores revisan sus cuentas es relativamente baja, con solo un 23% de los encuestados haciéndolo de manera constante.
Desde la perspectiva de las empresas, la seguridad se ha convertido en un aspecto fundamental para ganar la confianza del consumidor. Sergio Gianotti, gerente de Marketing de Mercado Libre Perú, Ecuador y Venezuela, menciona que la generación de confianza es uno de los principales retos en el comercio electrónico. Las plataformas están implementando medidas de seguridad, como encriptación y detección de transacciones fraudulentas, para proteger a los consumidores y asegurar una experiencia de compra fluida.
El crecimiento del comercio electrónico también ha llevado a un aumento en la exigencia de los consumidores en términos de rapidez y conveniencia. Durante el 2024, el ticket promedio de compra en Mercado Libre alcanzó los S/240, lo que indica un aumento en el gasto de los consumidores. Este crecimiento se ha visto impulsado por eventos comerciales relevantes, como el Cyber WOW y la temporada navideña.
A medida que el uso de medios de pago digitales continúa en aumento, es crucial que tanto los consumidores como las empresas se mantengan informados sobre las mejores prácticas de seguridad. La educación financiera se vuelve esencial para ayudar a los consumidores a navegar por el mundo digital de manera segura. Andrés Flores, gerente de educación financiera del BCP, destaca la importancia de la reflexión antes de realizar compras en línea, especialmente para aquellos que son menos digitales y pueden ser más cautelosos.
En resumen, el auge de las compras digitales en Lima presenta tanto oportunidades como desafíos. La creciente adopción de medios de pago digitales está transformando la forma en que los limeños realizan sus compras, pero también plantea importantes cuestiones de seguridad que deben ser abordadas para garantizar una experiencia de compra segura y confiable.