El Congreso de la República ha dado un paso significativo hacia la modernización del proceso electoral en Perú al aprobar, en primera votación, la incorporación progresiva del voto digital. Esta decisión se tomó el 19 de marzo de 2025, con un resultado de 68 votos a favor, 10 en contra y 11 abstenciones, bajo la dirección del presidente de la Comisión de Constitución, Fernando Rospigliosi.
La nueva normativa modifica la Ley Orgánica de Elecciones, estableciendo que el voto digital será un mecanismo alternativo y equivalente al sufragio tradicional por cédula. Este sistema será de uso voluntario y se implementará de manera gradual, permitiendo a los ciudadanos optar por esta modalidad en las próximas elecciones generales, regionales y municipales.
Para facilitar la adopción del voto digital, se ha establecido un cronograma de registro que va desde los 15 días después del cierre del padrón electoral hasta 120 días antes de la fecha de la elección. Es importante destacar que no se permitirá el registro extemporáneo, lo que implica que los ciudadanos deberán estar atentos a los plazos establecidos para poder participar en este nuevo sistema.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) será la encargada de elaborar una lista única de electores que opten por el voto digital, agrupándolos en mesas de sufragio digital. Estas mesas estarán compuestas por miembros que desempeñarán funciones durante al menos ocho horas en el periodo de votación, y en caso de ausencia, serán reemplazados por miembros suplentes.
El escrutinio de los votos emitidos de manera digital será automatizado, y los miembros de mesa tendrán la responsabilidad de validar los resultados y firmar el acta de escrutinio. Para garantizar la integridad del proceso, las herramientas digitales utilizadas serán auditadas antes y después de cada elección, con la supervisión del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y la ONPE.
Este avance hacia el voto digital se enmarca en un contexto donde la modernización de los procesos electorales es cada vez más necesaria, especialmente en un mundo donde la tecnología juega un papel crucial en la vida cotidiana. La implementación de este sistema busca no solo facilitar la participación ciudadana, sino también aumentar la transparencia y la eficiencia en los procesos electorales.
Sin embargo, la aprobación de esta norma no ha estado exenta de controversias. Algunos sectores han expresado su preocupación sobre la seguridad y la fiabilidad del voto digital, así como la necesidad de garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a la tecnología necesaria para participar en este nuevo sistema. La discusión sobre estos temas es crucial, ya que el éxito del voto digital dependerá en gran medida de la confianza que los ciudadanos depositen en él.
En paralelo a esta aprobación, el Congreso también se enfrenta a otros desafíos, como la reciente ola de criminalidad que ha llevado a la discusión sobre la censura del ministro del Interior, Juan José Santiváñez. Este contexto político tenso podría influir en la percepción pública sobre la efectividad de las reformas propuestas, incluyendo la implementación del voto digital.
La transición hacia el voto digital representa un cambio significativo en la forma en que los peruanos ejercen su derecho al sufragio. A medida que se avanza en la implementación de este sistema, será fundamental que las autoridades se aseguren de que todos los ciudadanos estén debidamente informados y preparados para participar en el nuevo proceso electoral. La educación y la sensibilización sobre el voto digital serán claves para su aceptación y éxito en las próximas elecciones.