En el mundo del fútbol, los momentos de presión pueden definir la carrera de un jugador. Erick Noriega, un joven futbolista peruano, vivió una experiencia que lo marcó en la reciente tanda de penales contra Boca Juniors en La Bombonera, un partido crucial para Alianza Lima en la Copa Libertadores 2025. Su historia no solo es un relato de valentía, sino también de superación personal y confianza en el equipo.
La importancia de Erick Noriega en Alianza Lima es indiscutible. Su versatilidad en el campo, capaz de desempeñarse tanto como central como mediocentro, lo ha convertido en una pieza clave en el esquema del entrenador Néstor Gorosito. Sin embargo, lo que muchos no sabían es que, a pesar de su talento, Noriega enfrentó un momento de duda y miedo antes de ejecutar su penal.
Durante la tanda de penales, la presión era palpable. La afición xeneize, conocida por su fervor, y la imponente figura del arquero Leandro Brey hicieron que el joven futbolista sintiera un nudo en el estómago. En una conversación posterior, Noriega confesó que, al acercarse al balón, la confianza que normalmente lo caracteriza se desvaneció. «Siempre dije que le pegaría fuerte y en ese lugar, pero al acercarme al arco, el arquero parecía más grande y el arco más pequeño. Pensé: ‘¿Qué hago ahora?’.»
A pesar de sus dudas iniciales, Noriega encontró el valor para seguir adelante. En un momento de vulnerabilidad, se dirigió a Carlos Zambrano, un compañero de mayor experiencia, pidiéndole que asumiera la responsabilidad del penal. Sin embargo, Zambrano lo animó a que fuera él quien pateara. «Tú puedes, me dijo», recordó Noriega. Este apoyo fue crucial para que el joven futbolista superara su miedo y se preparara para el tiro decisivo.
Finalmente, Noriega tomó la decisión de ejecutar el penal. «Agarré la pelota, le di un beso y pensé: ‘Vamos adentro’. Pateé fuerte y, cuando entró, sentí un gran alivio», compartió con una sonrisa. Su éxito en esa ejecución no solo le permitió avanzar en el torneo, sino que también le otorgó una nueva confianza en sí mismo.
La trayectoria de Noriega no ha sido sencilla. Desde sus inicios en Alianza Lima, ha enfrentado desafíos que lo llevaron a considerar dejar el fútbol. Después de un tiempo fuera del primer equipo, se vio obligado a buscar alternativas, incluso trabajando en la empresa de su tío y enseñando vóley. Sin embargo, su perseverancia lo llevó a regresar al fútbol profesional, donde su rendimiento en Comerciantes Unidos lo catapultó de nuevo a Alianza Lima.
Hoy en día, Noriega no solo es un jugador clave para su club, sino que también se ha convertido en una de las nuevas caras de la selección peruana en su camino hacia la Copa del Mundo 2026. Su historia es un testimonio de cómo la superación personal y el apoyo de los compañeros pueden cambiar el rumbo de una carrera.
La experiencia de Erick Noriega en la tanda de penales contra Boca Juniors es un recordatorio de que, en el deporte, los momentos de presión pueden revelar el verdadero carácter de un jugador. Su valentía y determinación no solo lo han consolidado como un pilar en Alianza Lima, sino que también lo han preparado para enfrentar los desafíos futuros en su carrera profesional. Con su talento y la confianza renovada, el futuro parece prometedor para este joven futbolista peruano.