Jessenia Uceda, una de las figuras más emblemáticas del voleibol peruano, ha decidido poner fin a su carrera deportiva tras casi tres décadas de dedicación al deporte. A sus 43 años, la reconocida voleibolista, conocida por su apodo ‘Tumbao’, se despidió de las canchas jugando con el Deportivo Wanka en la Liga Peruana de Vóley 2024/25. Su último partido se llevó a cabo el 8 de marzo, donde su equipo logró una victoria crucial contra Túpac Amaru, asegurando su permanencia en la máxima categoría del voleibol peruano.
La trayectoria de Uceda es digna de admiración. A lo largo de su carrera, ha representado a la selección peruana en múltiples competiciones internacionales, incluyendo los Juegos Olímpicos. Su regreso a la cancha con Deportivo Wanka fue una oportunidad para cerrar un ciclo de manera significativa, y lo hizo con un rendimiento destacado, siendo elegida como la mejor jugadora del partido en su despedida.
En una emotiva declaración, Uceda compartió sus sentimientos tras el partido, expresando la carga emocional que representa el final de una carrera tan larga. «Son casi 30 años de carrera, este fue mi último partido en la Liga. Me siento bastante emotiva, acabar una carrera de tantos años es harta chamba. Ya está, lo logramos. Ya es la última temporada», comentó entre lágrimas.
El partido decisivo contra Túpac Amaru fue un verdadero desafío. Deportivo Wanka se enfrentó a un rival fuerte, y Uceda, con su experiencia, lideró a su equipo hacia la victoria en sets corridos (28-26, 25-20, 25-18). Este triunfo no solo significó una victoria en el campo, sino también un cierre digno para una atleta que ha dedicado su vida al voleibol. La revalidación, programada para el 16 de marzo, será su último encuentro como profesional, donde Wanka buscará mantener su lugar en la liga enfrentando a Deportivo Alianza.
La decisión de Uceda de retirarse no fue fácil. En 2023, había anunciado su intención de dejar el voleibol, pero tras una profunda reflexión y la oportunidad de despedirse en la cancha, decidió regresar. «Creo que todo deportista, después de que le ha dedicado 30 años de su vida a un deporte, merece un buen cierre y yo me lo merezco definitivamente», afirmó, enfatizando que su decisión fue impulsada por su deseo personal y no por la opinión de los demás.
A pesar de las dificultades, incluyendo una lesión en la rodilla que ha arrastrado durante su carrera, Uceda demostró que su pasión por el voleibol y su amor por el deporte la llevaron a dar lo mejor de sí en cada partido. Su regreso fue un testimonio de su dedicación y compromiso con el voleibol peruano, y su legado perdurará en la memoria de los aficionados.
La comunidad del voleibol y los seguidores de Uceda han expresado su admiración y respeto por su carrera. La voleibolista ha sido un modelo a seguir para muchas jóvenes atletas en Perú, y su impacto en el deporte es innegable. Su historia es un recordatorio de que la perseverancia y la pasión pueden llevar a grandes logros, y su despedida marca el fin de una era en el voleibol peruano.
Mientras se prepara para su último partido, Uceda se siente satisfecha con lo que ha logrado y agradecida por el apoyo recibido a lo largo de su carrera. La emoción de su despedida es palpable, y su legado seguirá inspirando a futuras generaciones de deportistas en Perú. La historia de Jessenia Uceda es un testimonio de la grandeza del deporte y la importancia de cerrar ciclos de manera significativa.