El inicio del año 2025 presenta un nuevo escenario para el sector microfinanciero en Perú, que busca recuperarse de un 2024 marcado por un crecimiento moderado en colocaciones y un aumento en la morosidad. Sin embargo, una tendencia notable es la cautela que han adoptado los microempresarios al momento de solicitar créditos. Esta nueva realidad está redefiniendo la dinámica de las colocaciones en el país.
La situación económica ha llevado a los microempresarios a evaluar con mayor detenimiento su capacidad de pago y el consumo de las familias peruanas antes de decidirse a tomar un préstamo. Walter Rojas, gerente central de negocios de Caja Cusco, destaca que los microempresarios ahora consideran más que nunca el contexto económico y la situación del consumo familiar al momento de solicitar financiamiento.
En 2024, el costo del crédito para este segmento experimentó un aumento significativo, con una tasa de interés promedio que alcanzó el 58% en diciembre, en comparación con el 47% del año anterior. Aunque se espera que el panorama económico mejore, las microfinancieras están priorizando la calidad de su cartera de créditos, buscando un crecimiento más saludable en lugar de simplemente aumentar el volumen de colocaciones.
Las proyecciones de crecimiento en la cartera de créditos para este año se sitúan alrededor del 7%, una cifra que se aleja de los dobles dígitos que se habían visto en años anteriores. Esto refleja un cambio en la estrategia de las microfinancieras, que están ajustando sus criterios de evaluación crediticia y buscando socios que les brinden solidez financiera para continuar su expansión en el mercado.
La calidad de la cartera se ha convertido en una prioridad para las instituciones microfinancieras. Ralph Guerra, gerente general de Compartamos Banco, menciona que la entidad ha logrado mantener un nivel de provisiones en cartera vencida del 125%, lo que les permite estar bien cubiertos ante posibles riesgos. La meta de crecimiento de Compartamos Banco para este año es conservadora, apuntando a un incremento del 7% en su cartera, pero con un enfoque en la salud financiera de sus clientes.
Por su parte, Caja Piura ha comenzado a otorgar créditos bajo programas de vivienda social, como Fondo Mivivienda y Techo Propio, alineándose con su propósito de mejorar la calidad de vida de las personas. Liliana Lescano, jefe de Productos de Caja Piura, subraya la importancia de acompañar a los clientes en su salud financiera para evitar el sobreendeudamiento en tiempos de incertidumbre.
El sector microfinanciero también ha notado un cambio en la dinámica de las campañas de colocación. Las campañas tradicionales, que solían ser muy efectivas en meses específicos, han perdido parte de su fuerza. Rojas menciona que, en lugar de depender de campañas puntuales, las microfinancieras están adoptando estrategias comerciales más flexibles que se extienden a lo largo del año, respondiendo a las fluctuaciones del mercado y a la mejora en los ingresos de las familias.
El ticket promedio de los préstamos en enero de 2025 fue de S/17,370, y se observó un crecimiento en créditos de S/57.27 millones en comparación con diciembre de 2024. Este crecimiento se ha visto impulsado por créditos a micro y pequeñas empresas, así como por iniciativas de financiamiento que buscan diversificar los productos ofrecidos a los clientes.
Luis Almandoz, gerente de la división Pyme y Negocios del BCP, destaca que los microempresarios están aprendiendo a ser más conservadores y a diversificar sus riesgos. Esta tendencia se traduce en un enfoque más flexible en la gestión de inventarios y en la oferta de productos, lo que les permite adaptarse mejor a las condiciones del mercado.
A medida que el año avanza, las microfinancieras están enfocadas en fortalecer su propuesta digital y en ampliar la gama de productos que ofrecen a sus clientes. Compartamos Banco, por ejemplo, busca incrementar la confianza de sus clientes en sus servicios, ofreciendo no solo créditos, sino también seguros y opciones de ahorro.
En conclusión, el panorama del crédito para microempresas en Perú en 2025 está marcado por una mayor cautela y un enfoque en la calidad de la cartera. Las microfinancieras están adaptándose a las nuevas realidades del mercado, priorizando la salud financiera de sus clientes y buscando un crecimiento sostenible en un entorno económico incierto.