La política peruana se encuentra en un momento de reconfiguración, especialmente de cara a las elecciones de 2026. En este contexto, el partido Avanza País ha comenzado a incorporar a personajes que han estado envueltos en controversias y problemas legales. Uno de los nombres más destacados es el de Alex Kouri, exalcalde y exgobernador del Callao, quien ha anunciado su intención de postularse nuevamente, a pesar de su pasado judicial.
Kouri, quien salió de prisión en 2021 tras cumplir una condena de cinco años, ha comenzado a hacer apariciones públicas y ha manifestado su deseo de participar en las próximas elecciones. Su regreso a la política ha generado reacciones mixtas, especialmente considerando que su historial incluye no solo una condena, sino también una reparación civil pendiente con el Estado.
Por otro lado, Omar Marcos, otro exalcalde vinculado al movimiento Chim Pum Callao, también ha sido recibido en las filas de Avanza País. Este movimiento, que gobernó el Callao hasta 2018, ha visto a muchos de sus líderes enfrentarse a problemas legales, lo que plantea preguntas sobre la dirección que está tomando Avanza País al abrir sus puertas a figuras con antecedentes cuestionables.
Las decisiones de Avanza País han suscitado críticas y preocupaciones sobre la ética y la transparencia en la política. A pesar de los antecedentes de Kouri y Marcos, el partido parece dispuesto a aprovechar su experiencia y reconocimiento en la región, lo que podría ser un arma de doble filo en un entorno electoral cada vez más competitivo.
El actual alcalde del Callao, Pedro Spadaro, ha expresado su descontento con el regreso de estas figuras, sugiriendo que son “alimañas” que solo aparecen en tiempos de campaña. Esta crítica resuena con muchos ciudadanos que ven en la reaparición de Kouri y Marcos un intento de manipulación política más que un verdadero compromiso con el bienestar de la comunidad.
Desde la perspectiva de los analistas políticos, el regreso de Kouri podría tener un impacto significativo en la contienda electoral. Aunque cuenta con una base de apoyo, su pasado podría ser un obstáculo en un clima donde la transparencia y la ética son cada vez más valoradas por los votantes. En contraste, Spadaro, quien ha mantenido una imagen fresca y popular, podría beneficiarse de la percepción negativa que rodea a sus oponentes.
La situación se complica aún más por las contradicciones dentro de Avanza País respecto a la afiliación de Kouri. Mientras algunos miembros del partido afirman que su inscripción está en trámite, otros han negado su afiliación, lo que genera confusión y desconfianza entre los votantes. Esta falta de claridad podría afectar la credibilidad del partido en un momento crítico.
Además, Kouri ha mencionado que su rehabilitación debería completarse en un plazo de 60 días, lo que podría abrirle las puertas a una candidatura formal. Sin embargo, su intento de impugnar la deuda de reparación civil también plantea interrogantes sobre su compromiso con la justicia y la responsabilidad.
En este contexto, el futuro político de Kouri y Marcos dependerá no solo de su capacidad para movilizar apoyo, sino también de cómo logren navegar las críticas y las percepciones negativas que los rodean. La política peruana, marcada por escándalos y desconfianza, podría ver un cambio significativo si estos personajes logran establecerse nuevamente en el escenario político.
La reaparición de figuras como Kouri y Marcos es un recordatorio de que, a pesar de los escándalos y las condenas, la política puede ser un terreno fértil para el regreso de aquellos que han estado en el ojo del huracán. La pregunta que queda es si los votantes estarán dispuestos a aceptar a estos personajes en un momento en que la demanda de cambio y renovación es más fuerte que nunca.