Paolo Guerrero, el destacado delantero peruano, ha sido el centro de atención recientemente, no solo por su desempeño en el campo de juego, sino también por un importante triunfo legal que ha logrado en su batalla contra el club brasileño Flamengo. Este conflicto se remonta a 2018, cuando Guerrero enfrentó una sanción por doping que lo dejó fuera de las canchas durante 120 días. La controversia surgió cuando Flamengo reclamó que el jugador debía devolver aproximadamente 1 millón 300 mil soles por derechos de imagen, argumentando que su ausencia había afectado al club.
Sin embargo, el Tribunal de Justicia de Río de Janeiro falló a favor de Guerrero en junio de 2023, ordenando a Flamengo compensarlo con alrededor de 112 mil soles. Esta decisión inicial fue un alivio para el jugador, pero la historia no terminó ahí. Flamengo decidió apelar la decisión, lo que llevó a un nuevo análisis del caso por parte de la Primera Cámara de Derecho Privado de Río de Janeiro.
El 25 de marzo de 2025, el juez Alessandro Oliveira Félix desestimó la apelación de Flamengo y, además, aumentó la compensación a favor de Guerrero en más de 160 mil soles. En su resolución, el juez destacó que la sanción por doping no debería interpretarse como una limitación a la explotación de la imagen del jugador. Esto significa que Guerrero tiene derecho a recibir compensación por su imagen, independientemente de su situación en el campo.
La sentencia también criticó la postura de Flamengo, calificándola de ‘irracional’. El juez argumentó que el club había mostrado apoyo público a Guerrero durante su sanción, y que ahora exigía una restitución que iba en contra de los principios de lealtad contractual y buena fe. Esta decisión no solo representa un triunfo personal para Guerrero, sino que también establece un precedente importante en la relación entre los jugadores y los clubes en Brasil.
En el ámbito deportivo, Guerrero ha tenido una carrera notable en Flamengo, donde se unió en 2015 y se convirtió en una figura clave del equipo. Durante su tiempo en el club, anotó 43 goles y proporcionó 14 asistencias en 111 partidos, contribuyendo significativamente a la obtención del Campeonato Carioca en 2017. Sin embargo, su carrera en Flamengo se vio empañada por el escándalo de doping que surgió en noviembre de 2017, cuando dio positivo en un control antidopaje durante un partido con la selección peruana.
La reciente derrota de Perú ante Venezuela en las Eliminatorias Sudamericanas también ha puesto a Guerrero en el centro de la polémica. Durante el partido, el delantero mostró su frustración con el árbitro chileno Cristián Garay, quien no sancionó dos posibles penales a favor de la selección peruana. Guerrero no dudó en expresar su descontento, lo que generó un debate sobre la idoneidad de los árbitros chilenos en los partidos de Perú.
A pesar de la controversia en el campo, la victoria legal de Guerrero es un recordatorio de su resiliencia y determinación. A medida que avanza su carrera, el delantero continúa enfrentando desafíos tanto dentro como fuera del campo, pero su capacidad para superar obstáculos es un testimonio de su carácter y dedicación al deporte.
En resumen, Paolo Guerrero no solo es un ícono del fútbol peruano, sino también un ejemplo de lucha y perseverancia en la búsqueda de justicia. Su reciente triunfo legal contra Flamengo es un hito significativo que podría tener repercusiones en el futuro de las relaciones contractuales entre jugadores y clubes en el fútbol brasileño. Mientras tanto, los aficionados esperan ver cómo se desarrollará su carrera en el futuro, tanto en el ámbito legal como en el deportivo.