Recientemente, Scotiabank Global Economics ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento para Estados Unidos, reflejando un panorama económico incierto. La proyección de crecimiento para este año se ha ajustado de 1.9% a 1.4%, mientras que para 2026 se espera un crecimiento de 1.6%, inferior al 1.7% previamente estimado. Este cambio se debe en parte a la posibilidad de que se impongan aranceles adicionales, lo que podría tener un impacto significativo en la economía estadounidense.
Uno de los principales factores que contribuyen a esta revisión es la política comercial del presidente Donald Trump, que ha generado incertidumbre en los mercados. Se anticipa que la imposición de aranceles podría llevar a represalias por parte de otros países, lo que complicaría aún más la situación económica. Además, se ha señalado que estas políticas podrían resultar en un aumento de la inflación, que se proyecta en un 2.5% para 2025 y 2.4% para 2026.
La Reserva Federal (Fed) ha mantenido su tasa de interés en 4.00% para 2025 y 3.50% para 2026, lo que refleja una postura cautelosa ante la volatilidad económica. La Fed también ha revisado al alza sus proyecciones de inflación, lo que indica que la presión sobre los precios podría ser más persistente de lo esperado.
En cuanto a la tasa de desempleo, se ha ajustado al alza, pasando de 4.3% a 4.4% para este año, lo que sugiere una mayor debilidad en el mercado laboral. Estas proyecciones reflejan un entorno económico desafiante, donde la incertidumbre política y las tensiones comerciales juegan un papel crucial.
A nivel global, la economía europea también enfrenta desafíos, con un crecimiento estancado en 2024 y una proyección de 0.7% para este año. Sin embargo, se espera una ligera recuperación en 2026, con un crecimiento del 1.2%. La inflación en Europa se mantiene en niveles relativamente estables, con proyecciones de 2.2% para este año y 2.0% para 2026.
En América Latina, las perspectivas son variadas. En Perú, se ha observado una mejora en las proyecciones de crecimiento, que han pasado de 2.8% a 3.3% para este año, gracias a un buen ritmo de la demanda interna. Para 2026, se espera un crecimiento de 2.7%, lo que refleja un optimismo moderado sobre la economía peruana.
Brasil, por su parte, mantiene su proyección de crecimiento en 2.0%, aunque se anticipa un aumento en la inflación, que ha pasado de 5.5% a 5.7% para este año. En Colombia, la inflación se ha ajustado al alza de 4.5% a 5.0%, con una tasa de interés que se espera que aumente de 7.75% a 8.00%.
Chile ha visto un ligero ajuste en sus proyecciones de inflación, que han pasado de 4.1% a 4.2% para 2025. Estos cambios reflejan la influencia de factores internos y externos en la economía de cada país, así como la necesidad de adaptarse a un entorno global en constante cambio.
En resumen, las proyecciones económicas para Estados Unidos y América Latina reflejan un panorama mixto, donde la incertidumbre política y las tensiones comerciales son factores determinantes. A medida que los países enfrentan desafíos económicos, es crucial que se mantengan atentos a las tendencias globales y adapten sus políticas para mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades que puedan surgir.