La situación actual del Perú presenta desafíos significativos en el ámbito institucional, pero también se vislumbran oportunidades a través de la energía y el compromiso de los jóvenes. Recientemente, se llevó a cabo el evento de clausura del programa «Fortaleciendo el Talento Joven 2025», organizado por la asociación Impacta-Jóvenes por la gestión pública. Esta ONG, formada en 2019, ha reunido a un grupo diverso de jóvenes de distintas regiones del país, comprometidos con la mejora del servicio público.
El evento destacó la importancia de la participación activa de los jóvenes en la identificación y solución de problemas públicos. Durante la clausura, varios grupos de participantes presentaron proyectos que abordaban cuestiones críticas en sus comunidades. Un ejemplo notable fue el de un grupo de estudiantes de Loreto, quienes expusieron la problemática de la construcción del hospital regional, que lleva más de 12 años sin finalizar. La corrupción fue identificada como uno de los principales obstáculos, y su propuesta de solución se centró en la transparencia y la participación ciudadana. Propusieron la creación de un espacio público donde se pudiera intercambiar información y recoger opiniones de los afectados, lo que podría facilitar una solución más efectiva y rápida.
La clausura también incluyó la participación de profesionales con amplia experiencia en el servicio público, quienes compartieron sus trayectorias y aprendizajes. Resaltaron la importancia de la comunicación en la gestión pública, un aspecto que a menudo se pasa por alto. La capacidad de reunir a las personas y facilitar el diálogo es esencial para el éxito de cualquier iniciativa gubernamental. Una frase memorable de Violeta Bermúdez, ex primera ministra, resonó en este contexto: «comunicar es parte integral de la gestión pública».
El compromiso de estos jóvenes es un rayo de esperanza en un panorama a menudo desalentador. A pesar de la debacle institucional que enfrenta el país, su energía y determinación son fundamentales para la reconstrucción del tejido social y político. La formación y el empoderamiento de los jóvenes son pasos cruciales para fomentar una cultura de participación y responsabilidad en la gestión pública.
La asociación Impacta ha demostrado que es posible movilizar a los jóvenes hacia un propósito común: mejorar la calidad de vida en sus comunidades a través de la gestión pública. Este tipo de iniciativas no solo benefician a los jóvenes involucrados, sino que también tienen un impacto positivo en la sociedad en su conjunto. Al fomentar el talento joven, se está sembrando la semilla de un futuro más prometedor para el país.
La importancia de la transparencia y la participación ciudadana no puede ser subestimada. En un contexto donde la desconfianza hacia las instituciones es alta, involucrar a la población en la toma de decisiones es un paso hacia la recuperación de la credibilidad en el Estado. Los jóvenes, al ser parte activa de este proceso, no solo se convierten en agentes de cambio, sino que también ayudan a construir un futuro más justo y equitativo.
En conclusión, el evento de clausura del programa «Fortaleciendo el Talento Joven 2025» es un claro ejemplo de cómo la juventud puede ser un motor de cambio en la gestión pública. La combinación de energía, innovación y compromiso puede transformar la realidad del país. La tarea de reconstrucción es ardua, pero con jóvenes preparados y motivados, el camino hacia un Perú más fuerte y unido se vuelve más accesible.