La situación en la planta de Bridgestone en Puente San Miguel se ha vuelto crítica, con un noveno día de huelga que ha paralizado completamente la actividad productiva. Desde las primeras horas de la mañana, los trabajadores se han movilizado hacia Madrid para expresar su descontento ante el expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 211 empleados. Esta huelga, que ha sido respaldada por la totalidad de la plantilla, es un claro reflejo de la tensión que se vive en el sector y de la determinación de los trabajadores por defender sus derechos.
La jornada de huelga coincide con la sexta reunión de negociación del ERE, donde se espera que se discutan las condiciones de despido y la viabilidad futura de la planta. Sin embargo, los representantes sindicales han manifestado que las posturas entre la empresa y los trabajadores están muy alejadas. Luis Ruiz Eguren, presidente del comité de empresa de Bridgestone en Puente San Miguel, ha declarado que la empresa no ha mostrado disposición para reducir el número de despidos ni ha presentado un plan industrial que garantice la continuidad de la planta más allá de 2026.
### La movilización hacia Madrid
La huelga de hoy ha llevado a más de 300 trabajadores a concentrarse ante la embajada japonesa en la calle Serrano de Madrid. Esta movilización no solo incluye a los empleados de Puente San Miguel, sino también a aquellos de la planta de Basauri, donde se ha presentado un ERE que afecta a 335 trabajadores. La unión entre las diferentes plantas de Bridgestone es un aspecto clave en esta lucha, ya que demuestra la solidaridad entre los trabajadores de diferentes regiones y la determinación de hacer oír su voz ante la multinacional japonesa.
Los sindicatos, que incluyen a UGT-FICA, CCOO, BUB y SITB, han estado organizando estas protestas desde el inicio de la huelga, y han logrado un respaldo masivo de los trabajadores. La participación activa de los empleados de las contratas también ha sido notable, lo que indica que el descontento no se limita solo a los trabajadores directos de la planta, sino que se extiende a todos aquellos que dependen de la actividad de Bridgestone.
La situación se ha vuelto aún más tensa debido a la falta de comunicación por parte de la empresa. Los trabajadores exigen claridad sobre el futuro de la planta y un compromiso real para evitar despidos masivos. La incertidumbre sobre el futuro laboral de tantos empleados ha generado un clima de ansiedad y preocupación, lo que ha llevado a los sindicatos a intensificar sus acciones de protesta.
### La respuesta de la empresa y el futuro incierto
A pesar de las movilizaciones y la presión ejercida por los sindicatos, la respuesta de Bridgestone ha sido considerada insuficiente por los trabajadores. La empresa ha mantenido su postura inicial respecto al ERE, lo que ha llevado a los sindicatos a cuestionar su compromiso con el bienestar de sus empleados. La falta de un plan industrial claro ha sido uno de los puntos más criticados, ya que los trabajadores sienten que no hay una estrategia a largo plazo que garantice la estabilidad de la planta.
El presidente del comité de empresa ha enfatizado que, sin un plan viable, la situación se tornará insostenible. Los trabajadores están decididos a continuar con sus movilizaciones hasta que se logre un acuerdo que respete sus derechos y garantice su futuro laboral. La huelga no solo es una lucha por los empleos, sino también una defensa de la dignidad y el respeto que merecen todos los trabajadores.
La situación en Puente San Miguel es un claro ejemplo de los desafíos que enfrentan los trabajadores en la actualidad, especialmente en un contexto donde las grandes empresas buscan reducir costos a expensas de la estabilidad laboral. La solidaridad entre los trabajadores de diferentes plantas y la determinación de luchar por sus derechos son elementos clave en esta batalla que, aunque difícil, refleja la fuerza del movimiento obrero en España.
A medida que las negociaciones continúan, los trabajadores de Bridgestone en Puente San Miguel y Basauri están decididos a no dar un paso atrás. La lucha por un futuro laboral digno y seguro sigue siendo su principal objetivo, y están dispuestos a hacer lo que sea necesario para lograrlo.