La ciudad de Sevilla se prepara para recibir uno de los eventos deportivos más esperados del año: la final de la Copa del Rey, que enfrentará al Fútbol Club Barcelona y al Real Madrid. Este encuentro, programado para el 26 de abril, no solo es significativo por la rivalidad entre ambos equipos, sino también por el impacto económico y social que se anticipa en la capital andaluza.
La Cartuja, el estadio que albergará el partido, ha sido objeto de importantes mejoras y ampliaciones, aumentando su capacidad a 70,000 espectadores. Esta cifra representa un incremento de 10,000 asientos en comparación con ediciones anteriores, lo que permitirá que más aficionados disfruten del espectáculo en vivo. Se espera que cada club disponga de al menos 25,000 entradas para sus socios, aunque los detalles finales sobre la distribución y precios se definirán en reuniones programadas con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
La última edición de la Copa del Rey, que tuvo lugar en Sevilla, atrajo a cerca de 100,000 personas a la ciudad, lo que generó un impacto económico significativo. En esta ocasión, se estima que el evento podría superar los 55 millones de euros que se registraron el año pasado, gracias a la relevancia internacional de los clubes involucrados y al aumento en la capacidad del estadio. La Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia ha pronosticado un «lleno técnico», lo que significa que todos los establecimientos hoteleros estarán completamente ocupados, beneficiándose de la afluencia de aficionados de ambos equipos.
Además de la final de la Copa del Rey, el mismo fin de semana se celebrará el Gran Premio de Jerez de motociclismo, lo que podría incrementar aún más el número de visitantes en la región. Este cruce de eventos deportivos es una oportunidad única para Sevilla, que se posiciona como un destino atractivo para los aficionados al deporte.
El dispositivo de seguridad para el evento también será considerable, dado que se espera que el partido sea declarado de alto riesgo. En la edición anterior, se desplegaron más de 1,800 efectivos de seguridad, y se anticipa que el operativo para este año será similar. Las autoridades locales están trabajando en la planificación de las «fan zones», áreas designadas para que los aficionados se reúnan y disfruten del ambiente festivo antes del partido. En años anteriores, estas zonas se ubicaron en lugares estratégicos como la Torre Sevilla y el parque del Alamillo.
El estadio de La Cartuja, conocido como «el Wembley sevillano», ha estado en el centro de atención debido a las obras de ampliación y mejora que se están llevando a cabo. Recientemente, se ha comenzado a colocar el nuevo césped, lo que indica que los preparativos están avanzando a buen ritmo. La final de la Copa del Rey no solo es un evento deportivo, sino también una celebración que une a la comunidad y atrae a visitantes de todas partes.
La relevancia de este partido va más allá del fútbol. Se espera que la final genere miles de empleos temporales en la ciudad, desde trabajos en el sector de la hostelería hasta servicios de seguridad y logística. La consejera de Cultura y Deporte ha destacado que el evento tendrá un retorno económico significativo para Sevilla y toda Andalucía, lo que subraya la importancia de eventos deportivos de gran envergadura en la economía local.
Con solo 22 días restantes para el gran día, la ciudad se encuentra en plena cuenta regresiva para lo que promete ser una noche histórica de fútbol. La afición ya comienza a calentar motores, y Sevilla se prepara para recibir a miles de visitantes que llegarán para vivir la emoción de un Clásico en la final de la Copa del Rey. La combinación de un estadio ampliado, un evento de alto perfil y la hospitalidad sevillana promete hacer de esta final un evento inolvidable.